A medio camino entre las sierras de Ubrique y Grazalema, la villa de Ubrique, cuna de famosos toreros, cuenta con una interesante arquitectura popular y una antigua tradición peletera. Su casco antiguo está declarado Bien de Interés Cultural.
Su artesanía tradicional de la piel es mundialmente conocida. Algunas de sus joyas se exponen en el Museo de la Piel de Ubrique, situado en el antiguo Convento barroco de los Capuchinos (s. XVII), que es además uno de los edificios más atractivos de la localidad.
Otros lugares de interés artístico y arquitectónico son las iglesias de Nuestra Señora de la O, Jesús Nazareno y San Antonio, construidas entre los siglos XVI y XIX.
Los espacios naturales que rodean la villa son un complemento ideal a tu visita.