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Pasa que, cuando llego, ellos ya no están. Y no te confundas: no es que llegue tarde; aunque, si le preguntas a mi familia, te dirán que siempre llego tarde.
Soy mujer, amo la moda, el estilo, los colores, y me encanta sentirme preparada para el lugar al que voy a estar. Nuestro ambiente es parte de nuestro bienestar: me estimula, pero también, en muchos casos, me abruma.
¿Y por qué?
Vivimos en una sociedad que lo quiere todo ayer. Hoy ya es tarde, y el remordimiento de querer dominarlo resulta, honestamente, absurdo. En español, o tal vez en cualquier lenguaje, me permito ser directa, concisa y al grano. Aunque no lo crean, también soy mucho más divertida… o al menos eso me hago creer.
Hemos intercambiado la presencia por el desesperado acto de generar impacto. Esta narrativa sirvió en el 2010, cuando la sostenibilidad era un conocimiento compartido y todavía creíamos en la pureza de ciertas ideologías.
Y es que hoy nadie se pregunta nada. Porque nada es suficiente.
Vivimos en una generación obsesionada con las conquistas, con mostrar superioridad en el nombre “de la comunidad”. Casualmente, más del 90% son los Top 10 holders.
Creer en algo es el mantra de nuestra era. Concuerdo.
Creamos que las cosas buenas llevan tiempo.
Creamos en que no hay que apresurar.
Explico: hemos construido una sociedad desde hace mucho tiempo sobre los cimientos del patriarcado. Y, si, fue necesario, en algún momento, pero también se ha vuelto profundamente retorcido.
Se habla mucho de la energía femenina, de su valor casi místico. Pero no sabemos explicarla bien. Mientras escribo estas líneas, mi estrógeno fluctúa al menos ocho veces más que el de un hombre. La progesterona, unas veinte veces más. Biológicamente, somos distintos. Mental y emocionalmente, también. Y quizás la diferencia más radical y hermosa es que podemos dar vida.
Por eso, querido lector o lectora, gracias a Dios y a la Diosa, nuestros tiempos son diferentes.
Un mundo construido bajo lógicas patriarcales responde a su propia naturaleza: es apresurado, competitivo y agresivo. Y no siempre, claro. Escucho la voz de mi hermano en el metro de Nueva York: “Carito, no todos los hombres somos así…”
Puede que no.
Puede que esta visión binaria de feminidad y masculinidad no sea más que la decadencia de nuestra dualidad, una señal de que aún no entendemos por qué seguimos actuando como primates.
O tal vez, en algún mundo, encontraremos el espacio para comprender el tiempo de la mujer.
Despacio, pero con buena letra.
Como dice mi abuela.
Caro
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guys I can’t explain what it feels to write my first @paragraph en español. Raw, easy, flowing, direct, a little funny I must say I’m funnier in Spanish. Bua!!! una locura, buckle up and get your translator or bestie is a wholesome read.
Vamos! Share the link when ready
Ay Dios mío, ya lo termine. Esta un poco críptico pero hermoso 😍 mañana en la mañana!
Aquí va! https://paragraph.com/@caro/tita?referrer=0xA31aBf770E71BE96f0730631f1b80465bAdD7567
> Vivimos en una sociedad que lo quiere todo ayer. So very true
Pa’lante Hermana!
Vamoooos! https://paragraph.com/@caro/tita?referrer=0xA31aBf770E71BE96f0730631f1b80465bAdD7567
“Despacio, pero con buena letra” Mi primer @paragraph en español, inspirado en mi abuela quien me enseñó el arte de la caligrafía. https://paragraph.com/@caro/tita