La felicidad infinita para quien esté leyendo esto. Antes de continuar, debo mencionar algo importante, mi inglés es muy limitado. Por ello, me apoyaré en herramientas de inteligencia artificial para traducir este artículo. Sin embargo, esto no garantiza que pueda comunicarme de forma asertiva, ya que la verdadera comunicación no se basa únicamente en usar las palabras correctas. La comunicación asertiva trata de entender la perspectiva del emisor, de captar de dónde viene el mensaje, y eso nos ayuda a interpretar mejor lo que se nos quiere transmitir.
Dicho esto, permíteme presentarme. En el mundo de Web3, me conocen como thefinalfrontier. Elegí este alias porque me parece que captura la esencia de explorar lo desconocido, de ir más allá de los límites. Si prefieres un nombre más convencional, podrías llamarme 0xf919b074ADAaCff8BB52fA86dA391Efb5E908E08. En un mundo regido por números, siento que mi identidad está mejor representada por la dirección de mi wallet. Aunque, si aún crees que nuestro nombre de pila define quiénes somos, seguro encontrarás uno para mí a la vuelta de la esquina.
Nací en Colombia, uno de los países más biodiversos del mundo por metro cuadrado. Tuve la fortuna de crecer en un lugar mágico: Salento, Quindío, conocido por producir algunos de los mejores cafés del mundo. Me dedico a hacer el cambio que quiero ver en el mundo, soy Ingeniero electrónico de profesión especializado en control de procesos, esto mas mi pasion por la naturaleza genera en mí una búsqueda interminable por construir ciudades justas y sostenibles. Toda mi vida he estado rodeado de montañas, animales y, lo más importante, de seres queridos. Ellos son, sin lugar a dudas, mis mayores tesoros.
Sin embargo, hoy quiero hablarles de otros tesoros, aquellos que guardan un valor especial en mi memoria: los tesoros del infinito.
Todo comenzó en Devcon 6, celebrado en Bogotá en 2022, un evento que marcó un antes y un después en mi vida. Formó parte de la comunidad de Ethereum Colombia, dedicada a promover los valores de Ethereum en nuestro país. Junto a otros amigos, lideró el nodo Ethereum Eje Cafetero, en la región donde vivo.
Ese año, la emoción era inmensa. Devcon, uno de los eventos más importantes de desarrollo en blockchain, llegaba a mi país. Siempre he visto esta tecnología como una herramienta poderosa para construir un futuro más equitativo y sostenible, así que la idea de tener a las mentes detrás de esta revolución tecnológica en Colombia me llenaba de entusiasmo.
Quería aprovechar esta oportunidad única al máximo. Junto a la comunidad de Ethereum Colombia, propusimos en el foro de Devcon llevar una chiva, un vehículo típico colombiano, como símbolo de intercambio cultural. La propuesta escaló tanto que terminó convirtiéndose en el Community Hub para LATAM, un espacio único que conectó a todas las comunidades de Ethereum en América Latina y permitió compartir nuestras culturas con el mundo.
De esta experiencia nació mi primer tesoro: el logo de Ethereum LATAM, que simboliza el trabajo en equipo para construir un futuro mejor. Sin embargo, más allá de los objetos, la mayor riqueza que me dejó Devcon 6 fue conocer a personas extraordinarias que comparten este mismo objetivo.
Dos años después, surgió una nueva oportunidad con Devcon 7, esta vez en el sudeste asiático, en Tailandia. A miles de kilómetros de mi hogar, el evento representaba un nuevo desafío y una oportunidad de seguir conectando con personas que, como yo, buscan ser el cambio que quieren ver en el mundo.
Sabía que sería difícil hacer este viaje desde Colombia, pero nuevamente acudí al foro de Devcon, un espacio donde las ideas más nobles cobran vida. Junto a Ethereum Colombia, propusimos llevar una antorcha que simbolizara los valores de Ethereum. La idea era realizar un ritual en el que Colombia, como sede anterior, entregara la antorcha a las comunidades del sudeste asiático.
Este ritual, más allá de ser un acto simbólico, representaba el esfuerzo colectivo de las comunidades globales por seguir trabajando en un futuro mejor. Aunque no logré viajar a Tailandia, la antorcha, gracias al increíble trabajo de un equipo comprometido, se convirtió en un recuerdo inolvidable.
Hoy, la antorcha ha regresado a casa y forma parte del Jardín Infinito del Ethereum Eje Cafetero, un espacio que no solo se llena de tesoros, sino que también busca construir un futuro mejor. Este lugar es un reflejo de la visión de un mundo más conectado, equitativo y sostenible, donde las comunidades trabajan juntas para superar los desafíos globales.
Los tesoros del infinito no son cosas materiales; son las conexiones, los aprendizajes y las experiencias que nos transforman. Desde el logo de Ethereum LATAM hasta la antorcha que une continentes, cada uno de estos tesoros me recuerda que, cuando trabajamos juntos, podemos alcanzar lo inimaginable.
Espero que al leer esto encuentres inspiración para descubrir tus propios tesoros del infinito. Porque están ahí, en cada paso, en cada conexión, esperando ser encontrados.
Excelente iniciativa! Vamos con toda desde el jardin infinito de Colombia