En el mundo de las criptomonedas, dos enfoques destacan: holdear (mantener activos a largo plazo) y yield farming (generar rendimientos mediante staking o préstamos). Ambas son estrategias válidas, pero con objetivos y riesgos muy distintos.
¿En qué consiste? Comprar un token a bajo precio, guardarlo y venderlo cuando su valor aumente.
Ventaja principal: Si el proyecto despega, las ganancias pueden ser exponenciales.
Riesgo: Si el mercado cae, el valor de tu inversión se desploma.
¿Cómo funciona? Bloqueas tus criptos en protocolos DeFi para obtener intereses (APY).
Beneficio clave: Ganas rendimientos incluso si el precio del token se mantiene estable.
Contra: Si el token pierde valor, tus ganancias podrían no compensar la depreciación.
1️⃣ El token sube fuertemente (rally alcista)
Holdear: Máximo beneficio.
Yield farming: Ganas, pero menos que con hold.
2️⃣ El token sube lentamente
Holdear: Rentable, pero no espectacular.
Yield farming: Pequeñas ganancias constantes.
3️⃣ El token se mantiene lateral (sin cambios)
Holdear: No ganas ni pierdes.
Yield farming: Rentabilidad estable (la mejor opción).
4️⃣ El token baja lentamente
Holdear: Pérdidas moderadas.
Yield farming: Posible equilibrio (las recompensas compensan la caída).
5️⃣ El token colapsa (caída fuerte)
Holdear: Pérdidas severas.
Yield farming: También pierdes, pero menos.
Holdear es ideal si crees en un proyecto a largo plazo y toleras alta volatilidad.
Yield farming es más conservador: genera ingresos pasivos y reduce el riesgo en mercados laterales o bajistas.
Muchos inversores diversifican:
Un portafolio de hold para apuestas alcistas.
Un portafolio de yield farming para flujo de caja constante.
Además, mantener liquidez permite aprovechar oportunidades en caídas.
¿Tú qué prefieres? ¿Holdear, farmear o un mix? ¡Déjalo en los comentarios!
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