carlos_israelj
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El mundo en Web3 se mueve a un ritmo vertiginoso que incluso puede ser abrumador, pero eso, que parece una desventaja, también ocasiona que las posibilidades se expandan y crezcan cada día más, dando lugar a oportunidades nunca antes exploradas.
Desde principios del año pasado hemos notado que existe un “boom” respecto a la evolución de los modelos LLM aplicada al mundo Web3. Esto está desbloqueando una nueva frontera para las Organizaciones Autónomas Descentralizadas (DAOs): la integración de agentes de inteligencia artificial en la gobernanza, o IA DAOs.
¿Inteligencia artificial proveniente de las DAO o DAO provenientes de la IA?
Estas dos tecnologías pueden retroalimentarse mutuamente para impulsar su crecimiento. Las DAOs pueden usar la IA para tomar mejores decisiones de gobernanza, aumentar la eficiencia e integrarse con otras DAO y organizaciones. Y la intersección entre la IA y las DAOs puede ir mucho más allá.
Hace siete años, el fundador de Ocean Protocol ya vislumbraba este futuro. En una serie de articulos sobre DAO de IA, señalaba cómo las DAO podrían catalizar el "despertar" de la Inteligencia artificial. Hoy, sus reflexiones resuenan con fuerza:
"Una DAO de IA podría ser mucho más grande que la IA por sí sola, o una DAO por sí sola. (…) La IA gana el eslabón perdido: 'recursos'; la DAO gana el eslabón perdido: 'toma de decisiones autónoma'. El impacto potencial es multiplicativo".
Sin embargo, en la mayoría de los casos, las DAOs no han incorporado agentes. ¿Acaso existen limitaciones técnicas? ¿Aún los procesos son supervisados o realizados por un grupo de personas o colectivo? ¿Por qué no han adaptado esos procesos con inteligencia artificial para automatizar o monitorear ciertas tareas y brindar autonomía a la organización.
Si bien existen dudas e incertidumbre respecto a este tema, la aparición de ciertas DAOs marcadas por la inteligencia artificial (IA) no significa solo un paso adelante: son el nacimiento de una nueva forma de gobernanza organizacional que combina la descentralización con la precisión y eficiencia de la IA. Nos sumergiremos en estos cuestionamientos para entender: qué es una DAO, cómo se pueden beneficiar de los agentes de IA, cuáles son las ventajas y los riesgos, y algunos ejemplos que están marcando precedente en el ecosistema.
En la teoría, una DAO es una forma de organización comunitaria gestionada digitalmente sin una estructura de liderazgo central. Funciona de manera similar a un club o una cooperativa, donde las decisiones no las toma una sola persona o un grupo reducido de directivos, sino que son tomadas colectivamente por sus miembros. Las reglas bajo las cuales opera la organización están predefinidas en un software que todos los participantes pueden ver y verificar. Para tomar decisiones u hacer modificaciones, los miembros votan utilizando herramientas digitales. Esto asegura que la organización opere de forma transparente, siguiendo las reglas programadas en el código y aceptadas por los miembros.
El concepto es asombroso y parece utópico debido a que las DAOs no son simplemente otro tipo de organización tecnológica; son un movimiento cultural hacia una gobernanza más democrática y transparente. No obstante, estas organizaciones presentan un sinnúmero de problemas o deficiencias, que se reducen a dos principios: coordinación y control. Todo esto converge a una realidad, que ha mostrado los factores humanos dificultan que se cumplan estos dos principios dentro de las organizaciones.
¿Las DAOs, de verdad son “Autónomas” o simplemente se han convertido en Organizaciones Descentralizadas (DOs)?
Como menciona Mehdi.eth: “Desde su aparición, las DAOs han sido aclamadas como entidades sin líderes, autosostenibles, donde el código prevalece.” Pero la verdad es que, hasta la fecha, han dependido enormemente de intervenciones humanas para cada decisión crítica. Lo que se ha promocionado como autónomo, ha resultado ser, en muchos casos, solo descentralizado. La autonomía real ha sido esquiva, con humanos todavía en el timón de las operaciones y decisiones clave.
La introducción de AI Agents promete cerrar esta brecha, ofreciendo no solo una mejora en la eficiencia de las operaciones, sino también un avance hacia la verdadera autonomía que las DAOs aspiran a alcanzar. Esta tecnología emergente tiene el potencial de mitigar la dependencia de intervenciones humanas, permitiendo que las DAOs se acerquen más a su ideal original de operaciones totalmente autónomas y descentralizadas.
La idea de las DAOs como un lienzo en blanco para la innovación ha revolucionado la forma en que las comunidades se organizan, permitiendo que cualquier persona, sin importar su ubicación, contribuya y participe en decisiones colectivas. Sin embargo, la integración de AI Agents está redefiniendo por completo este paradigma. Ya no se trata solo de un espacio de colaboración humana, sino de un ecosistema dinámico y autorregulado, donde agentes inteligentes operan, negocian y toman decisiones críticas en tiempo real.
Estos agentes no solo automatizan procesos, sino que convierten a las DAOs en entidades adaptativas, capaces de responder a desafíos complejos con una agilidad imposible en modelos de gobernanza tradicionales. Imaginar una DAO así es visualizar un organismo vivo, donde la inteligencia artificial y la humana coexisten en simbiosis, potenciando la eficiencia y escalabilidad de proyectos descentralizados.
¿Qué distingue a estos agentes de IA de las herramientas automatizadas convencionales? Su valor radica en su capacidad para aprender, adaptarse y optimizar estrategias de manera autónoma. No se limitan a ejecutar tareas predefinidas; analizan datos, identifican patrones y proponen soluciones innovadoras, incluso en escenarios imprevistos. Al incorporar algoritmos de machine learning y lógica descentralizada, estos agentes no solo maximizan la eficiencia operativa, sino que también mitigan riesgos y equilibran intereses en contextos de alta incertidumbre. En esencia, representan un salto evolutivo: transforman las DAOs de estructuras estáticas en redes inteligentes, donde cada decisión se nutre de un flujo constante de información y mejora iterativa. Su presencia no reemplaza la participación humana, sino que la amplifica, creando un marco donde la creatividad colectiva y la precisión algorítmica convergen hacia objetivos comunes.
En Latinoamérica, los AI Agents ya no son una promesa tecnológica: son herramientas activas de cambio. Agentcamp.xyz —el primer bootcamp en español sobre el tema— lo demostró con su edición pionera: 18 comunidades aliadas, 100+ participantes y proyectos revelan una región que construye soluciones prácticas desde y para sus contextos locales.
Esta ola incluye iniciativas como Agente Burrito , un asistente de IA desarrollado para Nouns Amigos DAO, que combina blockchain y cultura latina para dinamizar comunidades descentralizadas. Operando en Discord y Farcaster, Burrito simplifica la participación en Web3: responde dudas técnicas con humor local, genera reportes de actividad y fomenta la cocreación de propuestas, demostrando que la IA puede ser inclusiva y culturalmente relevante. Su arquitectura abierta —inspirada en el modelo Eliza y con integración de herramientas como Snapshot— refleja el espíritu colaborativo latinoamericano, donde el código se mezcla con identidad.
Países como México y Colombia, donde comunidades ya usan DAOs para proyectos sociales y artísticos, están integrando estos agentes en procesos clave: gestión de recursos, organización de eventos y toma de decisiones. Más que código, son facilitadores culturales que impactan la interacción humana, rompiendo barreras tecnológicas y socioeconómicas.
Estas herramientas no solo democratizan el acceso a la inversión y la participación, sino que posicionan a la región como un hub de innovación ética, donde cada voz cuenta en sistemas verificables e inclusivos. Latinoamérica no espera el futuro de la IA: lo está codificando, con creatividad y colaboración.
Varios proyectos reales ya están explorando el potencial de las DAO potenciadas por IA y blockchain:
Consideremos a Aragon y DAOstack, plataformas que no solo facilitan la creación y gestión de DAOs, sino que también integran la AI para mejorar los procesos de gobernanza y escalabilidad. SingularityNET, por otro lado, lleva esto a otro nivel con su red descentralizada de servicios de AI, asegurando que la innovación y la escalabilidad sean parte integral de cada DAO.
También tenemos ai16z (Parody) una DAO impulsada por IA que aprovecha agentes autónomos para tomar decisiones de inversión y gestionar activos dentro del ecosistema de criptodivisas.
La introducción de AI Agents en las DAOs ha marcado el inicio de una nueva era en la descentralización. No solo facilitan operaciones más fluidas y transparentes, sino que también ofrecen un sistema de recompensas autónomo y una mejora significativa en la comunicación entre los participantes. La capacidad de estos agentes para procesar y analizar grandes volúmenes de información en fracciones de segundo permite una toma de decisiones más informada y oportuna, esencial para el dinamismo de las DAOs. La integración de estos agentes busca revitalizar las DAOs que sufren de fatiga y apatía de sus miembros, proveyendo un marco para una administración más activa y una visión política renovada.
Mirando hacia el futuro, el potencial de las DAOs impulsadas por AI y blockchain es inmenso. A medida que estas tecnologías evolucionen, veremos DAOs más sofisticadas capaces de operar eficazmente a escala global. La interoperabilidad entre diferentes redes blockchain y las capacidades mejoradas de la AI prometen revolucionar la forma en que entendemos y participamos en la gobernanza organizacional.
El beneficio más directo de tener un agente de IA como parte de una DAO, es ayudar a gestionar recursos y dar tiempo a los contribuyentes de enfocarse en áreas críticas de la organización. Pero un agente en las DAOs, puede realizar otras funciones como:
Redacción y revisión de propuestas.
Gestión de toma de decisiones en la gobernanza.
Participan activamente en la toma de decisiones internas y comerciales.
Evaluar rendimiento o compromiso de los contribuyentes y supervisar ejecuciones de subvenciones.
Identificar contribuyentes que poseen el talento y liderazgo, para crecer dentro de la organización.
Facilitar el reconocimiento del talento activo.
Contratar y negociar con expertos.
Distribuir equitativamente recompensas basadas en la evaluación de la eficacia y la contribución de cada participante, gestionar la comunidad
Las aplicaciones son tan variadas como prometedoras. Estos agentes no solo realizan tareas; también aprenden y se adaptan, mejorando continuamente su capacidad para representar los intereses de la comunidad.
Combinar el poder de la IA con la estructura descentralizada de las DAOs presenta un potencial inmenso, pero también introduce riesgos únicos, como:
Sesgos y manipulación en los modelos de IA.
Dificultades con la rendición de cuentas y la transparencia.
Desafíos técnicos en la implementación y mantenimiento de sistemas de IA robustos.
Es crucial que las DAOs empleen estrategias para mitigar estos riesgos y asegurar una implementación responsable de la IA. El tiempo y los experimentos nos irán enseñando las limitantes y los riesgos, como siempre el aprendizaje continuo ha caracterizado al ecosistema.
Los AI Agents en las DAOs no son solo una evolución tecnológica; son un puente hacia un futuro donde la tecnología y la humanidad convergen de maneras que apenas estamos comenzando a entender. No se trata solo de hacer que las operaciones sean más eficientes, sino de redefinir lo que significa participar en una economía globalizada y descentralizada. Los AI Agents no solo están aquí para quedarse; están aquí para revolucionar.
El futuro de la gobernanza descentralizada es brillante, y más vale que las DAOs estén listas para liderar este cambio transformador.