Un estudio etnobotánico realizado en la comuna 6 sur del municipio de Neiva evidenció un amplio conocimiento sobre el uso de plantas por habitantes de zonas urbanas, especialmente de aquellas aplicaciones para tratar problemas de salud. En el estudio se identificaron 100 especies vegetales que se utilizan en la vida cotidiana, ya sea como alimento, decoración o en remedios. Según los resultados, los tratamientos más comunes buscan aliviar problemas digestivos en donde la preparación principal es una infusión realizada con las hojas, las cuales se adquieren directamente de la planta de aquellos que poseen huertas en sus hogares o son compradas en mercados locales.
Por otro lado, los habitantes encuestados manifestaron que el conocimiento sobre estas plantas fue transmitido de sus parientes quienes en su mayoría residen en zonas rurales, además las mujeres son quienes presentan un mayor dominio y práctica de estos conocimientos, en especial las mujeres mayores de 40 años; de lo anterior se reveló la necesidad de transmitir y conservar estos saberes para evitar que la urbanización siga influyendo en la pérdida de la biodiversidad, la cual amenaza no solo el patrimonio cultural de la región sino que también el bienestar de los ecosistemas.
La etnobotánica estudia las relaciones establecidas entre el hombre y las plantas a lo largo de la historia, estas relaciones están determinadas por las condiciones ecológicas y la cultura del entorno (Argueta et al., 2012). No obstante, el desarrollo humano y la falta de interés por adquirir estos saberes ancestrales, han generado desconocimiento sobre el aprovechamiento y uso de las plantas (Rivera y Obón, 1991).
La etnobotánica busca explorar conocimientos tradicionales de un determinado lugar y mitigar la degradación de sus hábitats, permitiendo la conservación de la biodiversidad a través de la percepción cultural y clasificación de las especies vegetales, asimismo, conocer los aspectos biológicos en el aprovechamiento de las plantas y las consecuencias del manejo humano sobre los recursos ecosistémicos (Ríos et al., 2017). En este sentido, la etnobotánica pone de manifiesto la estrecha relación entre la vida humana y las plantas, las cuales proveen servicios ecosistémicos esenciales como la regulación de las condiciones ambientales a través de la fotosíntesis, garantizando la supervivencia de los individuos que se reflejan en la salud, la alimentación y el desarrollo económico (Pimienta
En América, las principales aplicaciones con especies vegetales se contemplan en la medicina tradicional alterna y en la industria, estas prácticas se heredaron de Mesoamérica y Sudamérica, sin embargo, a medida que disminuye la biodiversidad también lo hace la herencia cultural de grupos nativos (De Macvean y Poll, 2012). Según informes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, 2020) el desarrollo forestal-industrial es liderado por Brasil, seguido de Chile y Colombia. Puyo (2018) destaca que las regiones más biodiversas del continente son la Amazonía y los Andes, al encontrar gran parte de Colombia en estas regiones, se contempla una riqueza florística invaluable. Sin embargo, este patrimonio natural está en peligro debido a la sobreexplotación de los recursos, el crecimiento urbano y la falta de información que permita un manejo sostenible de las especies vegetales en sus distintos campos de acción, como el industrial, agrícola y biosanitario.
A pesar de las riquezas naturales de Colombia, en la región andina, el departamento del Huila es un claro ejemplo de la falta de estudios etnobotánicos, tanto a nivel regional como nacional. Los estudios preliminares se han centrado en recopilar datos de la utilización de plantas con enfoque médico ancestral de comunidades indígenas (Rosero, 2014; Zambrano et al., 2015), con menor frecuencia en las aplicaciones forestales de comunidades campesinas, y finalmente para las zonas urbanas, como la capital del departamento, Neiva, la información disponible es casi inexistente. Esto resalta la necesidad de estudiar áreas urbanizadas como Neiva, con el fin de promover la importancia ecológica de las plantas, identificar prácticas sostenibles y fomentar la conservación de la biodiversidad y la tradición cultural.
Colombia es un país rico en ecosistemas, por su distribución geográfica es una nación mega diversa en fauna, flora y cultura. Datos proporcionados por el Sistema de Información sobre Biodiversidad en Colombia (SiB Colombia, 2022) relacionan un total de 814 especies amenazadas teniendo en cuenta a todas las familias botánicas, es decir, las plantas agrupadas por características comunes. De las especies amenazadas 64 tienen propiedades medicinales y son endémicas, lo que significa que solo se encuentran en el país, implicando una extinción total de las especies. En cuanto al uso medicinal de las plantas, las familias Lamiaceae y Asteraceae son las que albergan el mayor número de especies con propiedades terapéuticas (Fajardo, 2014). Por otro lado, las familias Solanaceae, Cucurbitaceae, Malvaceae, Anacardiaceae y Rubiaceae son las más representativas en la economía agrícola e industrial. En el ámbito ornamental, destacan las familias Orchidaceae y Bromeliaceae.
Según el Jardín Botánico de Bogotá (2020), el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA) ha aprobado 10 especies vegetales con propiedades medicinales, entre las que se encuentran: Mentha spicata conocida como hierbabuena (figura 1A), la cual tiene propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes; Mentha piperita llamada menta (figura 1B), es un estimulante digestivo que sirve para las flatulencias; Melissa officinalis conocida como toronjil (figura 1C), tiene propiedades que actúan en el sistema nervioso y es usado para tratar la ansiedad; Rosmarinus officinalis comúnmente romero (figura 1D), tiene propiedades expectorantes; Calendula officinalis llamada caléndula (figura 1E), es cicatrizante y antiinflamatorio; Taraxacum officinale comúnmente diente de león (figura 1F), es un diurético que sirve para las secreciones biliares; Matricaria recutita conocida como manzanilla (figura 1G), posee propiedades antiinflamatorias; Ruta graveolens comúnmente ruda (figura 1H), es muy usada en el tratamiento de trastornos menstruales; Aloe vera o sábila (figura 1I), famosa por su gel, se usa para cicatrices y trastornos de la piel, así como también tiene propiedades expectorantes; la última de la lista es nativa de Sudamérica, Verbena litoralis o verbena (figura 1J), tiene propiedades en el sistema nervioso para tratar dispepsias.
Aunque existen vacíos científicos que validen o divulguen la aplicabilidad médica, estudios etnobotánicos como el de Gomez y villa (2011), y Guerra (2019) hacen hincapié en el uso tradicional de las plantas como medicina alternativa, en donde más del 50% hasta el 98% de la flora inventariada tiene por lo mínimo una aplicación médica, mientras que alrededor del 50% se le conoce como alimento y solo un 10% a 15% tienen otros usos como el industrial y ornamental.
El estudio reveló que especies como la hierbabuena y la manzanilla son las más reconocidas por la comunidad para fines medicinales. Entre tanto, las 10 plantas conocidas por todos los participantes, son: caléndula, usada principalmente para aliviar cólicos menstruales; hierbabuena, empleada en batidos e infusiones expectorantes; lengua de suegra, común en la ornamentación, algunos creen que aleja las malas energía y trae prosperidad a los hogares; limonaria, generalmente se utiliza en té para tratar problemas digestivos como los espasmos; manzanilla, sirve para la digestión y la vista; orégano, usado principalmente como condimento, también se realizan infusiones para depurar el cuerpo; pronto alivio, por sus propiedades antibacterianas se usa para tratar síntomas de gripe; romero, muy común en la industria de cosméticos para el cuidado del cabello; ruda, frecuente en problemas menstruales; sábila, conocida por sus múltiples propiedades, entre sus usos destaca el cuidado de la piel y remedios expectorantes para curar la gripe.
¿te has dado cuenta que la mayoría de información sobre las plantas albergan temas sanitarios? En el estudio, esta observación se solidifica con los registros, pues bien, 68 de las 100 plantas tienen propiedades curativas, como las mencionadas con anterioridad (tabla 1). Por su parte, las plantas referenciadas como alimento, por ejemplo, el plátano y la yuca, albergan un 27% del total de plantas informadas. En cuanto a la categoría industrial, se encuentran 19 plantas como el romero, el algodón y la sábila. Para la ornamentación se referenció un 13% del total de plantas como la lengua de suegra y el caballero de la noche.
Nota. Las categorías de uso están registradas como sigue: M para medicinal, O para ornamental, A para alimenticia e I para industrial, en la categoría industrial también se incluyen aquellas de uso cosmético. Información validada en bases de datos del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA, 2011), Jardín Botánico de Bogotá (2020) y el Vademécum Colombiano de Plantas Medicinales (Ministerio de la Protección Social, 2008).
Ahora bien, 27 de las 68 plantas medicinales sirven para tratar problemas digestivos como las flatulencias, los espasmos y la diarrea, como el limoncillo y la hierbabuena (figura 1). Otra propiedad común es la antiinflamatoria, las plantas con este beneficio se usan en general para desinflamar las vías respiratorias, como el orégano y pronto alivio.
Nota. En la gráfica, las especies reportadas con propiedades medicinales pueden aparecer repetidas en los distintos tratamientos asociados, por ende, no se calculó un valor relativo.
Es interesante la amplia afinidad del conocimiento urbano sobre los usos de las plantas para la medicina, lo que subraya la necesidad de profundizar en investigaciones etnobotánicas que permitan conocer los principios activos para optimizar su uso en la medicina moderna y, al mismo tiempo, promover la protección de especies que podrían estar en peligro de extinción y así fomentar el uso sostenible de estos recursos, lo que contribuiría a la conservación de la biodiversidad y el patrimonio cultural, con lo que se busca mejorar la calidad de vida en las ciudades.
El conocimiento sobre plantas como patrimonio de los habitantes de Neiva es un tesoro cultural y natural que debe ser conservado. Estos conocimientos adquiridos a través de generaciones son herramientas útiles para la economía local, el bienestar común y la comprensión del vínculo entre seres humanos con la naturaleza a lo largo de la historia. En un mundo cada vez más urbanizado y tecnológico, es importante asegurar que estos conocimientos no se pierdan, promoviendo una convivencia armónica entre el hombre y su entorno.
Como se ha mencionado a lo largo del texto, las huertas urbanas y los conocimientos etnobotánicos juegan un papel clave en el futuro de las poblaciones urbanas, al otorgar beneficios como, alimentos frescos, acceso directo a las plantas que pueden beneficiar la salud de las personas y reconectar con la naturaleza aplicando saberes ancestrales en su vida diaria. Además, el uso de plantas medicinales y la implementación de prácticas agrícolas sostenibles podrían ser fundamentales para mitigar los efectos del cambio climático, reducir la dependencia de productos químicos y mejorar la salud pública.
Los programas educativos sobre etnobotánica y la promoción de huertas urbanas, dentro de políticas públicas, pueden mejorar la calidad de vida en las ciudades y proteger el medio ambiente. Del mismo modo influir positivamente en la regulación de los ecosistemas, equilibrando la interacción entre la flora, fauna y el entorno. Por lo tanto, es esencial que tanto el conocimiento etnobotánico como las prácticas sostenibles sean integrados en el desarrollo urbano para asegurar el bienestar del entorno. Las políticas públicas, al aplicar estos saberes, pueden transformar las ciudades en espacios sustentables, contribuyendo a la preservación del patrimonio cultural y su biodiversidad.
Una iniciativa que busca acercar el conocimiento científico desde un punto de vista más nounish. Te invitamos a explorar los otros 6 artículos que surgieron de esta iniciativa, donde estudiantes de Biología se unieron para abordar temas fascinantes relacionados con las plantas, los herpetos, la fisiología, la genética y mucho más. Acompáñanos a descubrir la ciencia desde una perspectiva fresca y accesible, para que podamos conocer y disfrutar de los avances científicos desde un enfoque más cercano y comprensible.
Darly Espinoza