Durante la cuarentena se hicieron varias encuestas donde casi la mitad de los hombres afirmaban que se ocupaban de la mayor parte de la educación en el hogar, pero las mujeres no estaban de acuerdo.
Esto es un gran ejemplo de un efecto conocido como sesgo egocéntrico (aquí puedes leer más), dónde la mayoría de las personas piensa que hace la mayor parte del trabajo.
Por ejemplo, investigadores le preguntaron a escritores de artículos qué porcentaje del trabajo hicieron y cuánto suman esos porcentajes, teniendo como resultado una suma en promedio de ciento cuarenta por ciento. Cuando se les pide a las parejas que estimen cuánto del trabajo doméstico hacen el total combinado casi siempre supera el 100 por ciento.
La inspiración de este escrito la puedes encontrar aquí
Podrías pensar que se debe a que las personas quieren parecer más útiles de lo que realmente son, pero eso no es todo, si les preguntan a las parejas qué fracción de las peleas comienzan o qué porcentaje del problema es de ellos mismos, y el total vuelve a superar el 100 por ciento.
La gente piensa que hace más del trabajo que realmente hace, pero también cree que causan más problemas de los que realmente pasan.
Quizás es simplemente porque experimentas y recuerdas vívidamente todo lo que haces pero no todo lo que hacen los demás, naturalmente sobreestimando tus propias contribuciones y subestimando a los demás.
Este sesgo nos lleva a subestimar la influencia de otras cosas en nuestras vidas como el papel que juega la suerte en nuestro éxito.
Tomemos a los jugadores de hockey como ejemplo, si le preguntas a un jugador de hockey profesional como llegó a la liga nacional mencionará su arduo trabajo, determinación, grandes entrenadores, la voluntad de sus padres de levantarse muy temprano, pero tal vez no reconozca la suerte que tuvo de nacer en enero.
Aquí tenemos el efecto de la edad relativa, estudiado en varias áreas deportivas, en este ejemplo el 40% de los seleccionados para las ligas de primer nivel nacieron en el primer trimestre del año comparado con sólo el 10% en el cuarto trimestre.
Cumplir años al inicio del año puede aumentar significativamente las probabilidades de convertirse en jugador profesional. La razón de esta disparidad se debe a que la fecha límite para las ligas de hockey infantil es el 1 de enero. Los niños nacidos en la primera parte del año son, en promedio, más grandes y rápidos que los niños nacidos a finales de año. A medida que crecen, esta diferencia debería disminuir, pero no es así. Los niños que muestran mayor potencial reciben más tiempo en el hielo, participan en torneos y reciben mejor entrenamiento, lo que favorece aún más sus habilidades. Estas ventajas se acumulan con el tiempo, por lo que, al llegar a ser profesionales, los cumpleaños tienden a concentrarse al inicio del año. Sin embargo, es poco probable que un jugador de hockey profesional se sienta agradecido por su fecha de nacimiento.
Si nos detenemos a observar, somos ajenos a los eventos afortunados que respaldan nuestro éxito.
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