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Walsh y Gordon (2008) establecen que "Cuanto mayor sea la distinción percibida y la mejora de su estatus, es más probable que los miembros utilicen la identidad de grupo para crear sus propias identidades laborales individuales." Es decir, en nuestro caso, que nuestra identidad como estudiantes de psicología en la UOC depende de si percibimos nuestra profesión y nuestra institución académica como algo que nos hace únicos y nos da "caché".
Los que me hayáis seguido en uoc.francescgo.com sabréis que mi posición es ambivalente, tanto en lo que respecta a la UOC como en lo que atañe a la profesión de psicólogo. Reconozco las ventajas de la UOC y me siento parcialmente orgulloso de estudiar en esta universidad. A su vez, es un motivo de satisfacción ser Psicólogo colegiado y pertenecer a este colectivo que está en primera línea de la promoción de la Salud Mental. Sin embargo, también soy crítico tanto con mi universidad como con mi profesión.
La experiencia académica en la UOC es, bajo mi punto de vista, muy mejorable. Y no lo digo porque lo pueda comparar con otras universidades. Es deficiente porque existe una brecha inmensa entre unos pocos profesores de la UOC y una mayoría de docentes que rallan la mediocridad. Podéis ver el detalle de esta reflexión aquí.
Respecto a la profesión de psicólogo, reconozco que muchos de mis colegas (y yo mismo) desprestigiamos la profesión a causa de nuestros errores y malas prácticas, intencionales o no. Por ejemplo, compartir profesión con personas como Rafael Santandreu me avergüenza. Alguien que dice que "la depresión te la provocas tú" me parece o un ignorante o un manipulador y definitivamente no quiero estar en el mismo grupo social que él.
Esta ambivalencia respecto de la Universidad y de la profesión tiene un lado bueno y un lado malo.
El lado malo es que genera mucho mayor bienestar emocional pertenecer a una institución y una profesión sin ningún tipo de conflicto emocional, plenamente convencido, "con todo el corazón" como se diría popularmente. Más estatus percibido o lo que es lo mismo: "serotonina a tope", para que nos entendamos. Además, la crítica respecto a la institución y la profesión tiene el riesgo de desencadenar una desilusión completa, que te conduzca a tener que cambiar de Universidad o abandonar la psicología.
El lado bueno es que bajo mi punto de vista la ambivalencia te mantiene más cercano a la realidad, "con los pies en el suelo". Convivir con estos grises, con "el trigo y la cizaña", es a largo plazo una buena inversión. Sacrificas la sensación de orgullo a corto plazo que proporciona creer que tienes un alto estatus a cambio de poder ser crítico y ver la realidad con todos sus matices. Corro el riesgo del desengaño y la frustración, pero evito el peligro de la ingenuidad y la simpleza.
Por eso, soy ambivalente respecto a Estudiar Psicología en la UOC, y que sea así por mucho tiempo. ¿Cómo te sientes tú a este respecto?
Referencias
Walsh, K., & Gordon, J. R. (2008). Creating an individual work identity. Human Resource Management Review, 18(1), 46–61. https://doi.org/10.1016/J.HRMR.2007.09.001
Francesc Gómez Morales