El mundo descubrió recientemente que el filósofo hongkonés Jianwei Xun, autor del polémico ensayo "Hipnocracia: Trump, Musk y la nueva arquitectura de la realidad", no existe. Detrás de este heterónimo se encuentra el filósofo italiano Andrea Colamedici, quien creó un experimento filosófico-literario donde la línea entre autoría humana e inteligencia artificial se difumina deliberadamente.
Este caso trasciende la anécdota literaria para convertirse en espejo que refleja los profundos cambios que la iA está provocando en nuestros procesos creativos y de pensamiento. La entrevista con Colamedici en WIRED en Español revela insights valiosos para quienes lideramos equipos creativos en esta era de transformación cultural acelerada.
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"Usé inteligencia artificial para generarlo, pero no de manera convencional. Desarrollé un método basado en crear contrastes: una forma de pensar y usar la máquina de manera antagónica."
Colamedici revela que desarrolló un método donde la tecnología crea tensiones creativas que expanden el pensamiento. Su proceso no consistió en pedirle a la máquina que escribiera por él, sino en generar conceptos y luego utilizar distintos sistemas de iA para obtener perspectivas contrastantes sobre esas ideas.
Esta aproximación resuena profundamente con la filosofía que vengo explorando en La Cápsula: utilizar la iA como catalizador que amplifica nuestras capacidades creativas. La riqueza surge en ese diálogo donde lo humano y lo algorítmico se complementan y desafían mutuamente.
El filósofo advierte: "Si usamos la iA como un oráculo, preguntándole 'dime la respuesta del mundo, explícame por qué existo', perdemos nuestra capacidad de pensar. Nos volvemos estúpidos."
La clave está en mantener una tensión productiva, un diálogo donde la tecnología nos desafía en lugar de simplemente confirmarnos. Colamedici lo explica con claridad: "Debemos comprenderla, porque si no, ella nos usará a nosotros. La iA será el instrumento con el que las grandes tecnológicas no solo nos controlen, sino que nos manipulen."
El concepto central que da nombre al libro refleja una observación profunda sobre nuestro presente: el poder ya no actúa principalmente sobre los cuerpos o incluso sobre las mentes, sino sobre los estados de conciencia.
"Esto es lo que nos está pasando: están manipulando, mediante algoritmos, nuestra forma de percibir el mundo."
Esta observación es crucial para los líderes creativos de hoy. Las tecnologías digitales están reconfigurando fundamentalmente cómo percibimos la realidad. La "hipnocracia" no censura la verdad: la ahoga en un océano de narrativas personalizadas donde cada usuario habita su propia burbuja de realidad.
"Cuando usamos un smartphone y redes sociales, creemos estar conectados. Leemos periódicos, pero recibimos una línea temporal personalizada que nos devuelve una realidad a medida."
Colamedici señala el peligro: "Pensamos que habitamos el mismo mundo que los demás, pero nuestra realidad se moldea según nuestros sesgos, opiniones y posiciones políticas."
Reconocer este fenómeno es el primer paso para diseñar estrategias creativas que trasciendan estas burbujas y generen conexiones significativas.
Ante la ansiedad que genera la iA superando capacidades humanas en diversos campos, Colamedici propone un cambio de perspectiva:
"El gran problema de la humanidad es esta obsesión por ser los primeros, por estar en el centro. Debemos buscar nuestra propia realización personal, encontrar la manera de expresarnos, con o sin iA."
Esta perspectiva ofrece una liberación profunda para los creativos que se sienten amenazados por la iA. Colamedici enfatiza: "Lo relevante es que yo pueda dibujar mejor [que yo mismo], mejorar mis capacidades —con iA, con otra persona (recomiendo con personas, pero si necesitas iA, tampoco es un problema)."
El valor no está en ganar la competencia contra los algoritmos, sino en encontrar formas auténticas de expresión, utilizando la tecnología como aliada cuando sea pertinente.
En un mundo acelerado que privilegia la productividad constante, Colamedici reivindica el tiempo lento —la meditación, el aburrimiento fértil— como espacio donde surge la creatividad genuina.
"Vivimos enjaulados en la lógica de la recompensa inmediata... Como decía Walter Benjamin: 'El aburrimiento es el huevo dorado de la experiencia'. Hay que sentarse sobre él y esperar a que eclosione."
En La Cápsula venimos explorando esta misma idea: en un mundo donde la iA promete resultados instantáneos, la capacidad de contemplar —de habitar el tiempo lento— se convierte en ventaja estratégica para líderes creativos. La tecnología debe liberarnos tiempo no para hacer más, sino para pensar mejor.
Uno de los conceptos más fascinantes que emerge de la entrevista es la "codependencia creativa" entre humano y máquina:
"La hipnocracia nace de mi punto de vista humano —sin él, no existiría—, pero al mismo tiempo, yo no podría haber generado este concepto sin la iA. Es una codependencia creativa: igual que necesitaría una conversación con otra persona para desarrollar una idea, necesité ese diálogo con la inteligencia artificial."
Esta codependencia representa un nuevo paradigma para procesos creativos donde lo humano y lo algorítmico se entrelazan sin fronteras claras. Los líderes que logren navegar esta relación compleja —manteniendo su voz auténtica mientras aprovechan el potencial expansivo de la iA— definirán el futuro de sus industrias.
Colamedici ofrece una observación provocadora sobre cómo el centro de gravedad del pensamiento innovador está cambiando:
"El mundo necesita entender que la cultura occidental debe mirarse desde fuera de sí misma. La civilización occidental tiene un problema grave: sigue creyéndose el centro del universo, la única capaz de resolver problemas, y trata al resto como productor de copias."
Esta perspectiva sugiere que las transformaciones más profundas nacerán en esos espacios fronterizos donde las culturas se entrelazan:
"Hoy, lo verdaderamente revolucionario —lo que puede cambiar nuestra mirada— ya no nacerá de Occidente. Podría surgir de China, pero más aún de esos espacios frontera donde las culturas se entrelazan."
Como observo desde La Cápsula, el hemisferio Sur aumenta progresivamente su participación en la transformación global. Esta descentralización del pensamiento requiere que los líderes creativos amplíen sus referencias e influencias.
El experimento "Hipnocracia" nos invita a repensar en profundidad nuestros procesos creativos. Para los líderes de equipos creativos, propongo estas reflexiones:
Diseña diálogos con la iA, no monólogos
Crea procesos donde la iA funcione como interlocutor que desafía y expande tu pensamiento, no como mero ejecutor de instrucciones.
Cultiva espacios de contemplación
Integra deliberadamente el tiempo lento en tus flujos de trabajo, reconociendo que la pausa contemplativa es donde surge la verdadera innovación.
Abraza la codependencia creativa
Explora nuevos modelos de creación donde lo humano y lo algorítmico se complementan, generando resultados que ninguno podría lograr por separado.
Amplía tus referencias más allá de Occidente
Busca activamente perspectivas del hemisferio Sur y espacios culturales fronterizos para enriquecer tu visión creativa.
Reconoce tu burbuja perceptiva
Desarrolla estrategias para trascender las burbujas algorítmicas que modulan nuestra percepción, buscando conexiones auténticas con realidades diversas.
La transformación cultural que vivimos nos invita a expandir nuestra mirada sobre la relación con la tecnología. El verdadero valor surge cuando integramos la iA en nuestros procesos de forma holística, cuestionándonos quiénes queremos ser como creadores en esta era. El experimento de Hipnocracia nos muestra el potencial de usar la iA con intencionalidad filosófica, expandiendo nuestro pensamiento hacia territorios inexplorados. Como líderes creativos, nuestra oportunidad ahora es diseñar conscientemente los espacios donde la tecnología amplifica nuestra humanidad y potencia nuestra capacidad creativa.
Te invito a explorar esta conversación más profundamente con NotebookLM, donde expandimos estos insights con aplicaciones prácticas para el trabajo creativo contemporáneo y puedes chatear con el cuaderno.
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