A lo largo de los siguientes post mostraré cómo se accede a web3.0 y sus diferencias con el acceso a través de cuentas en plataformas. Después, profundizaré un poco más para mostrar por qué todo esto puede ser interesante y finalmente haré un pequeño tutorial para crear una cartera donde compartiré algunas buenas prácticas para que puedas dar los primeros pasos de manera segura.

Es posible que hayas visto una imagen similar a la de arriba, donde para ejemplificar la manera de acceder a una web o a una aplicación en web2 se utiliza un perfil de una plataforma y para mostrar  esto en web3, aparece una cartera o wallet.

Hay pocas imágenes en este ecosistema tan potentes para explicar un concepto con tantos matices de una manera simple. Pero no te preocupes si esa imagen no te dice nada ahora, en las siguientes líneas matizaré por qué el equivalente a identificarse con tu cuenta en una plataforma como las de la imagen de web2, es en web3 una cartera y por qué es importante.

El acceso a las primeras plataformas en web1 te obligaba a crear un usuario y éste era un alias o un correo electrónico y una contraseña. Espero que no seas de esos de los que para entrar en una plataforma ponen su correo… y la contraseña de ese mismo correo, en lugar de la contraseña que quieren utilizar para esa plataforma en concreto. Pero si lo eres, no pasa nada. Un saludo José Luis ;)  recuerda que todavía estás a tiempo de entrar en web3 con buen pie.

Con la llegada de la web2 la vida se hizo un poco más fácil para probar nuevas apps. Ahora en lugar de dar mi correo, establecer una nueva contraseña y poner los datos personales que requiere cada app o plataforma nueva, basta con elegir con qué perfil de red social o plataforma deseas entrar.

En web3, este acceso o login no se hace con un correo ni con un usuario ya creado en una plataforma, sino que se requiere una cuenta la cual requiere generalmente una cartera de criptomonedas (de aquí en adelante cartera). Veremos que este es uno de esos pequeños cambios que tienen grandes impactos. 

¿Y qué es una wallet? 

Una wallet o cartera es una aplicación que te facilita la navegación y uso de web3 y también guarda tus activos digitales. Esa cartera tiene una dirección o clave pública y te servirá para hacer uso de la nueva web.

La clave pública se parecerá a 0x1dC454a12ab7cc77e9b550310be4e89f007a6cfd y es el equivalente a tu dirección de correo alias@plataformaweb2.0.com. Es decir, es tan seguro compartir la clave pública (a partir de ahora dirección) como tu dirección de correo electrónico, y esto tiene todo el sentido ya que a las dos se les considera direcciones y son identificadores, que entre otras cosas sirve para que “te encuentren o te envíen cosas”.

Para ejemplificar el tema de este post, de momento no es necesario que entremos en más tecnicismos. Más adelante veremos otros componentes importantes de la cartera, buenas prácticas para gestionar la privacidad y cómo cambiar esa dirección alfanumérica de arriba en negrita por algo que puedan retener fácilmente el resto de humanos.

¿Y es mejor eso de la cartera y web3?

En los ejemplos de abajo intento mostrar desde una perspectiva de usuario en qué afecta que en web2 el identificador sea un correo en plataformas y en web3 una cartera en una blockchain.

Para facilitar la comprensión, dejaré estas diferencias basadas en los fundamentos y no en el estado actual del arte.

En el momento de hacer un correo piden los siguientes datos personales: Nombre, apellido, fecha de nacimiento y número de teléfono.*

En el momento de hacer una cartera piden…nada. No existe esa barrera de entrada, no importa.

El correo que usas pertenece a una empresa que guarda y gestiona tus datos personales que has validado a través de términos y condiciones.

La mayoría de las carteras no guardan nada ni gestionan ningún dato personal si no quieres.

La empresa que gestiona tu dirección de correo guarda tus claves. Por eso te la pueden facilitar de nuevo si la pierdes.

La cartera no guarda tus claves, tú eres el dueño y responsable de tus claves.**

El correo es más vulnerable a ataques porque su infraestructura es de naturaleza centralizada. Los servidores pertenecen a una empresa y están poco o nada distribuido. Para atacar, atacas un punto.

La cartera (en este caso) funciona en una cadena de bloques que por su naturaleza descentralizada es más resistente, funciona con máquinas (nodos) que están físicamente distribuidos. Para atacar, has de atacar a muchos sitios distintos al mismo tiempo.

La empresa que gestiona el correo puede censurar o prohibir su uso o acceso a personas, organizaciones, países, colectivos…

En las cadenas de bloques públicas esto no puede pasar. Es una máquina descentralizada e imparable que no entiende de fronteras o políticas. Las órdenes se ejecutan sin importar quién seas.

Tu correo y tu vida en web2 necesita de terceras partes de confianza para poder participar: Visa, Alphabet (Google), Meta, Apple…. Si no confían, es decir, si por lo que sea no les gustas, no te dejan hacer uso de los servicios. “Si no tienes cuenta, si no sabemos quién eres, si no permitimos que seas nuestro cliente..” 

Con tu cartera esto no pasa. Por su naturaleza, utiliza la cadena de bloques que corre sobre nodos que tienen la confianza asegurada a través de criptografía y algoritmos matemáticos. No se discrimina a nadie porque otra empresa, entidad o institución no confíe en tí. 

En web2 los pagos también corren por carriles de terceros:  bancos, procesadores de pagos, tarjetas…realmente tú ordenas a tu banco que ejecute una transferencia. Pero no la haces tú, solo la ordenas en tu nombre. 

Con tu cartera, al estar en una blockchain puede usar su criptomoneda u otros tokens con los que eres tú quien interactúa sin intermediarios. Con una cartera no necesitas bancos, ni iniciadores, ni autenticadores, ni procesadores de pagos…desde tu cartera ejecutas tú la transacción que  hace llegar a otra cartera activos digitales.

Con un perfil en una plataforma o un correo no puedes colaborar con su expansión apoyando la tecnología de estas empresas. Puedes comprar acciones o sus productos, pero no puedes participar en su infraestructura y ser parte de ella. No puedes colaborar con espacio extra en Amazon Web Services y cobrar porque otros lo utilicen.

A partir de una cartera en una blockchain puedes apoyar la infraestructura del proyecto siendo parte de la red y por supuesto ser recompensado por ese esfuerzo o gasto. Podrías ceder espacio en tus servidores o potencial computacional de tu equipo y cobrar por eso.

Tu correo no es suficiente para poder usar código de la empresa. Por tener un email @empresa, no te garantiza que puedas hacer usar su tecnología para crear tus propios proyectos.

Con tu cartera y utilizando la blockchain puedes desarrollar a partir de cosas que ya existen, el código es público y puedes crear proyectos, productos o servicios en base a ellos. Esto funciona sobre todo para programadores.

El correo tampoco sirve para poder usar la tecnología de la empresa, correr servicios en sus servidores y distribuir a todos los clientes.

Con la cartera tienes acceso a la blockchain para ejecutar diferentes programas. Esto tiene un coste que veremos más adelante.

Con el acceso a plataformas a través de tu correo te obliga a usar tu perfil completo en cada plataforma: X, Alphabet, Meta, AirBnB…

En web3.0 tienes una cartera y conservas esa identidad donde quiera que vayas con esa cartera. Además puedes tener varias carteras con varias identidades, este es un tema muy interesante que veremos más adelante.

Las diferencias entre cartera y email van más allá de que una sirva para guardar monedas y otra para comunicarse. En realidad, hoy en día todo está mezclado: si te fijas, las plataformas de web2 son tan grandes que un correo te permite identificarte en tu banco y pagar o enviar dinero con tus tarjetas como Google Pay como si fuese una cartera, y de la misma manera con tu cartera en la blockchain puedes abrir un correo o enviar notificaciones a otras personas (veremos más adelante).

Lo importante en este caso es que los nombres cartera o correo pueden ser engañosos porque no son meros descriptores, sino que representan la manera en la que utilizamos la web.

En la siguiente entrada iré a las razones que hay detrás de ambos modelos.

*Datos que piden a mediados de agosto para hacerse una cuenta en el servicio Gmail a 5 de septiembre 2023

**En la actualidad existen servicios que ofrecen nuevas formas de custodia sin que el usuario sea el responsable final de toda su clave privada. Lo veremos más adelante.

Suena Jon Hopkins - Everything is connected