
Clara tenía 28 años, un título en diseño gráfico y una pasión: ayudar a otras mujeres a encontrar su estilo a través de la ropa. Tras años trabajando en agencias de publicidad, decidió dar el salto y lanzar su propio blog de moda. Compró un dominio, eligió una plantilla gratuita, abrió una cuenta en una plataforma de blogs sencilla… y comenzó a publicar.
Durante los primeros meses, su emoción era contagiosa. Escribía con autenticidad, tomaba sus propias fotos y creaba contenido útil. Pero a medida que crecía su audiencia, también lo hacían los problemas: el sitio cargaba lento, no podía personalizar funciones clave, y lo peor, un día todo su contenido desapareció tras un error de actualización.
Su "blog", como lo llamaba, era en realidad un sitio web… solo que no lo había tratado como tal.
En el caos que siguió a la pérdida de datos, Clara buscó asesoría. Fue ahí cuando comprendió que un sitio web no es solo una plantilla bonita con texto encima. Es una estructura con componentes esenciales: encabezado, pie de página, navegación, base de datos, sistema de seguridad, y sobre todo, una plataforma de gestión confiable.
Aprendió que existen distintos tipos de sitio web: blogs, tiendas en línea, portafolios, sitios corporativos, educativos, de noticias… y que cada uno requiere herramientas y características específicas. Lo suyo, en realidad, era un sitio web de contenido personal, pero necesitaba un sistema más robusto si quería crecer.
Le hablaron de los CMS (Content Management Systems), como WordPress, Joomla o Drupal. Estas herramientas no solo facilitan la edición de contenido, sino que también ofrecen control total sobre el diseño, la seguridad y la escalabilidad del sitio.
Frente a ella se abría un dilema: ¿seguir usando plataformas fáciles pero limitadas, o invertir tiempo y dinero en aprender a usar un CMS completo como WordPress?
El miedo al código, a lo técnico, la detuvo al principio. Pero la experiencia de haberlo perdido todo fue más poderosa. Así que se lanzó.
Con la ayuda de tutoriales, grupos de Facebook y mucha prueba y error, Clara reconstruyó su sitio web desde cero, ahora con WordPress. Definió su objetivo, eligió una plantilla profesional, integró plugins para SEO y rendimiento, y lo más importante: ahora hacía backups semanales.
Un año después, Clara no solo tenía un sitio web hermoso y funcional, sino que colaboraba con marcas, ofrecía asesorías y había lanzado un curso en línea. Su sitio ya no era solo una vitrina, sino una herramienta de negocio real.
Había entendido la importancia de las características de un sitio web: velocidad, diseño responsivo, navegabilidad, seguridad, escalabilidad. También dominaba los componentes fundamentales, desde el hosting hasta los formularios de contacto, y sabía cómo usar su CMS para mantener todo bajo control sin depender de terceros.
Clara aprendió que tener presencia digital no significa simplemente "estar en internet". Significa crear un hogar virtual que represente tu visión, sirva a tu audiencia y pueda crecer contigo.
Y para eso, necesitas entender y respetar el sitio web como sistema, como herramienta y como extensión de ti.
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https://www.frexus.dev/post/sitio-web-tipos-caracteristicas-componentes-cms/
Frexus
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