Les escribo desde un lugar que no aparece en ningún mapa.
El reloj marca las me importa verga y media. Y a este destino sólo puedes llegar perdiéndote.
Por la esquina del creyendo que sólo hay vivir desde el amor y la calle de los semi-Dioses sin unción.
La paz, y la felicidad son sólo una minúscula parte de la infinita estupidez de la maravillosa existencia humana.
El dolor, lo mismo pero más denso. Más tangible y más eterno que un puto recuerdo sin sentido que no muere.
Espectro vital diverso, un arcoíris incluyente. Hay que sentirlo todo y hay que soltar aun mas.
La llave del cubo está hecha de ira y lagrimas. Disculpa que no me disculpe, es que la rueda no para de girar.
Venís a vomitar dolores y sin sabores. Gratitud vencida y sonrisas de influencers.
Hoy estas letras que te leen, pero en braille tus cicatrices. Mi favorita es la que no te hiciste, y esa no fue por ser valiente.
Pagas sentencia en una mente, sin saber a quién mataste. Mira tu alma no es agente, matriz prisión puta insolente.
¿El tiempo es mudo amigo mío, pero a los demonios quien les susurra al oído?
¿A qué horas se levantan las pesadillas?
¿Y porqué madrugan tanto?